Cuando, allá por el año 1975, empezamos a trabajar el grupo de Conceyu-Bable Xixón, en algunos periódicos de la época, se publicaba, de vez en cuando, un espacio en nuestra lengua autóctona que llevaba por título: «El rinconín del Bable». Era algo bastante «cutre», que siempre tocaba temas rurales o para ensalzar la belleza de nuestra tierra o de nuestras mujeres («mocinas»). El Surdimientu vino a echar el telón a ese tipo de espacios, pero hay que reconocer que, a falta de otra cosa, servían para mantener, aunque fuera de forma «museística», una lengua distinta al castellano: la lengua de nuestros mayores. Hay ahora algunos amigos de fuera de Asturies que entran, de vez en cuando, en este «blogue» y que me piden que, alguna vez, escriba algo en castellano, pues les cuesta leer en asturiano. En deferencia a ellos, y en homenaje a aquellos espacios de los que hablaba, «de xemes en cuando» pondré alguna cosa en la otra lengua de Asturies. Queda, pues, inaugurado el espacio «El rincón del Castellano»:
Nada mejor para inaugurarlo que con un par de poemas de… fútbol. El día 5 d’ochobre (octubre), vamos a repetir en Corvera, en el marco de l’Arribada, la mesa redonda que realizamos hace unas semanas en Xixón con los ex-jugadores del Sporting Eloy, Espinosa, y algunos más todavía sin definir, sobre el tema «Fútbol y Literatura». Como anticipo de ello, edito aquí en el blogue un par de poemas que me parecen muy guapos. ¡Qué os gusten, amigos del castellano!
Vinicius de Moraes
«A un pase de Didí, Garrincha avanza
con el cuero a los pies, el ojo atento,
dribla una vez, y dos, luego descansa
cual si midiera el riesgo del momento.
Tiene el presentimiento, y va y se lanza
más rápido que el propio pensamiento,
dribla dos veces más, la bola danza
feliz entre sus pies, ¡los pies del viento!
En éxtasis, la multitud contrita,
en un acto de muerte se alza y grita
en unísono canto de esperanza. Garrincha y Didí los dos primeros, abajo izq.
Garrincha, el ángel, oye y asiente: ¡goooool!
Es pura imagen: la G chuta la O
dentro del arco, la L. ¡Es pura danza!».
(Nota del «blogueru»: Garrincha y Didí eran dos grandísimos jugadores de la Selección Brasileña que se proclamó campeona del Mundo en 1958 en Estocolmo. Garrincha, extremo derecho, era un genio que lo tenía todo, pero un «cabeza loca». Murió joven y en la miseria. Didí llegó a jugar en el Real Madrid (yo lo vi jugar en Buenavista), aunque no llegó a triunfar del todo en España, sí en su tierra donde fue internacional muchas veces).
Miguel Méndez Camacho
En la revista del colegio
una fotografía de veinte años atrás
donde estamos posando sudorosos
después de la victoria.
Todos tenemos un aire de grandeza
que hemos ido gastando:
El gallego Tomás, el pecoso Pedroza
el maracucho Antonio,
que hizo un gol memorable
y ahora tiene una casa de citas en Valencia.
El tatareto Vega
que era puntero izquierdo
y ahora juega a político
por el ala derecha.
Siboney el negrito centro – medio
y Juan Ramón “Pocillo”
porque tenía una oreja solamente.
Al respaldo, con mi letra de entonces
una larga leyenda que comienza:
Campeones (con K)…
el nombre y los apodos del equipo,
los goles y su hazaña
con fecha y hora
de esa tarde de marzo cuando fuimos
brevemente inmortales.