Como tolos meses, ehí vos cuelgo l’artículu d’Antonio García Oliva sobre’l mundu del deporte. Veréis que sigue siendo ácedu y críticu. Pa combayar ya tán otros.
ELDORADO BALOMPÉDICO
Por Antonio García Oliva
Parece un misterio, pero desde que nuestra selección de futbol quedó, primero Campeona de Europa y luego del Mundo, en Sudáfrica, no se escucha ni un solo rumor sobre su devenir, su juego y sus resultados claramente negativos. Hace unos pocos años todo eran escándalos, polémicas y follones en las paginas o espacios de nuestros medios de comunicación, llegando a ser insultado públicamente el bueno de Luis Aragonés, llamándole viejo e inútil. Ahora todo son flores, aunque en algunos amistosos estemos haciendo el ridículo o poco menos. Y eso tampoco es así. Cuando el “Niño” Torres marcó el gol en la final contra Alemania se acabaron los defectos, la selección es ahora perfecta y las relaciones entre periodistas y federación lo mismo. Los finos estilistas de la prensa centralina, con su declarado corazón blanco, se han dado cuenta que era mucho mejor subirse al carro del vencedor que ponerse frente a él, ya que así se vende mucho mas. Pero la realidad es que la selección cada vez juega peor y si no salen los jugadores del Barsa, todos a la vez, los resultados no acompañan.
En los amistosos jugados en las dos ultimas temporadas no solo fallan los resultados, sino incluso la actitud de los jugadores. No es de extrañar con la enorme cantidad de partidos que llevan algunos sobre las piernas y que luego se pagan en forma de lesiones musculares, como es el caso de Puyol, Iniesta, Xavi, Piqué etc. que no salen de una lesión para meterse en otra. Hay que tener en cuenta que algunos tienen que jugar Liga, Copa del Rey, Supercopa, Supercopa Europea y Champions amén de los partidos oficiales con la roja.
¿Entonces por qué se organizan? ¿Por qué dejamos que equipos como Argentina o Portugal nos goleen, siendo peores que los nuestros? ¿Por qué hacemos el ridículo con equipos segundones como México, Venezuela o Costa Rica, en los que salimos con un equipo plagado de reservas para, al final, sacar toda la artillería y poder por lo menos empatar? ¡Qué bochorno de partidos! Y, además, con unos viajes larguísimos de los que los jugadores llegan cansados y sin tiempo de recuperación. Pues la respuesta es bien sencilla: ¡Por la pasta gansa que se embolsa la Federación en estas exhibiciones de feria! Las cifras que se barajan son impresionantes. Dos Millones de euros por partido jugado, más viajes en avión y hotel de lujo. Casi nada, o sea unos 330 millones de las antiguas pesetas, limpias de polvo y paja, y teniendo en cuenta que se contratan siempre dos partidos por viaje transoceánico: Hagan números. Hemos perdido, además, con todos los equipos grandes a los que nos hemos enfrentado: Inglaterra, Italia, Argentina, y en algún caso siendo goleados. O sea que, sencillamente estamos cambiando prestigio por dinero. Pero ya nadie dice nada en los medios, cuando antes se armaba la de dios es cristo porque, simplemente, a los niños no les gustaba el alojamiento. ¡No hay vergüenza! Lo que está haciendo a cambio el Sr. Villar es engrosar la Caja para reponer los suntuosos gastos de representación que tiene, y las primas millonarias comprometidas con el equipo nacional si ganaban el Mundial, como sucedió por suerte y talento.
En este país de pandereta en el que vivimos no hay termino medio, siempre triunfan los extremismos. Y la pregunta maliciosa sería: ¿Viajan los enviados de la prensa que acompañan a la selección con los gastos pagados, y a cuerpo de rey? Con el caché cobrado, hay para eso y para más. Sí, ya sé que soy un maledicente, pero ¿qué se puede pensar conociendo el percal mediático que tenemos? Hasta el mes que viene.