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Un migayín d’humanidá por Navidá

Un migayín d’humanidá por Navidá

Esti ye un de los casos en que me presta dexar falar a otros pa que cuenten coses interesantes. Nesta ocasión, amás, con un mensaxe humanitariu. Ye la reseña d’un llibru infantil (que tamién interesa a los mayores) entesacada del blog «Donde viven los monstruos», que lleva’l maestru Román Belmonte, y que recomiendo encesamente a los que-yos presta la LLIX. El llibru lleva por títulu: «Migrantes» (Editorial Libros del Zorro Rojo), y la so autora ye la peruana afincada en Palma de Mallorca, Issa Watanabe. Reseño delles coses de la crítica:

«…Una vez más nos encontramos ante un álbum sin palabras, un álbum que nos habla sobre el drama de la migración a través de la sola yuxtaposición de imágenes. En él, un grupo de animales antropomorfos caminan errantes sobre una arboleda yerma con fondo nocturno. Emprenden un largo viaje que se dilata en el tiempo conforme avanzamos en esta secuencia de escenas a doble página. La tierra, el mar, la tierra… Un devenir que parece no acabar nunca.

En él hay que destacar varios puntos que me han resultado interesantes. Primero de todo el fondo negro. La oscuridad se cierne sobre este libro. Es una atmósfera lúgubre, siniestra, solitaria, desconocida, inquietante e incluso macabra. La noche infunde temor ante lo desconocido, ese futuro expectante del migrante.

En segundo lugar, y en contraposición con el punto anterior, hay que llamar la atención sobre el colorido que llena las figuras de los protagonistas. Rojos, verdes, azules, hatillos multicolores…, toda una suerte de tonalidades vivas que además de ofrecer contraste estético y visual, son un canto a la esperanza. Algo que también ocurre con la vegetación de las escenas, que florece y se colorea conforme nos acercamos a un final que cobra vida.

El tercer punto en el que hay que detenerse es la figura de la muerte. Como ya dije en el monográfico sobre libros infantiles y muerte, esta alegoría se mueve a caballo entre las representaciones clásicas y las más coloristas (véase la imagen donde va ataviada con un manto bordado de motivos florales y otro amarillo). Al mismo tiempo no es una mera espectadora, sino que participa de la acción, algo que la humaniza y denota su importancia en los éxodos migratorios.

Aunque existen puntos en los que la narración se quiebra, es una de los libros más hermosos que he encontrado sobre este tema, no sólo porque el formato elegido (el libro-álbum sin palabras) dé paso a todo tipo de interpretaciones y prismas discursivos, sino porque la autora elige una óptica expositiva de la acción que no intenta adaptarse a los mensajes esperados, sino que es más libre y menos sesgado.

Es así como nos vamos llenando de belleza y algo de humanidad.

Nota.- Pinchando enriba les ilustraciones aumenten de tamañu